LA "GENERACIÓN DEL 98" Y EL MODERNISMO
La Generación del 98
y el Modernismo son dos movimientos literarios estrechamente vinculados.
Sin embargo, la relación entre ambos ha sido objeto
de una prolongada discusión.
Pedro Salinas sostiene que si bien ambos movimientos nacen de una misma actitud la
insatisfacción con el estado de la literatura en aquella época y la tendencia a rebelarse contra las estéticas imperantes, hay una diferencia de propósitos y tono. El modernismo hispanoamericano dice buscaba la transformación del
lenguaje poético y de su arsenal expresivo. El
propósito de la Generación del 98 no era simplemente esteticista, sino más general. "aspiraba a conmover hasta sus cimientos la conciencia nacional, llegando hasta las
mismas raíces de la vida
espiritual", en
busca de 'te verdad de España". Mientras el modernismo se manifiesta expansivamente
"como una superación
de las fronteras nacionales
de las distintas naciones americanas", y
hasta más allá del continente, "el
movimiento de los hombres del 98 es concentrativo
y no expansivo
todo su ardor de alma se
enfoca sobre España, que es
el vértice de su preocupación"
"No se
me oculta, agrega Salinas, que la
generación del
98 tiene
un aspecto cosmopolizante;
en sus escritos la famosa 'europerización' asoma a cada paso Pero ese cosmopolitismo
es instrumental ven
en Europa un sentido de
afinadas herramientas con las que se
podría reparar la maquinaria mental española de modo que aprendiéramos a pensar más claro, y desean importarlas "
Del contacto entre modernistas
y hombres del
98, principalmente a través
de la genial figura
de Darlo, se comparte el espíritu
de rebeldía, dice Salinas,
pero no se produce una fusión entre
ambos movimientos sino,
al contrario, una
bifurcación. "Donde
el modernista nada ágilmente, disfrutando
los encantos de la superficie y sus espumas, el hombre del 98 se
sumerge, bucea, disparado hacia los más profundos senos submarinos".. "Un viento austero y
seco,
de alta meseta, corre por entre los
escritos de los
hombres del
98, ignoran el/os los céfiros anacreónticos
del modernismo"
Ante el innegable modernismo de
Juan Ramón Jiménez, Salinas sostiene
que el autor de "Platero y yo” No es más que un poeta modernista y que,
en su momento. renegará de
su disfraz regio y engañoso que oculta la pura belleza de la poesía. En conclusión, Salinas afirma que los grandes poetas de' 98, incluyendo a
Unamuno, Machado y Jiménez,
resistieron "el hechizo modernista".
Las afirmaciones de Pedro
Salinas podrían ser válidas si Darío no hubiera publicado sus
Cantos de Vida y Esperanza El error fundamental de Salinas está en limitar el aporte
modernista de
Darío a Prosas
Profanas Es indudable que el Modernismo
triunfó en España, gracias principalmente a la obra y la animación
de Rubén Darío Grandes figuras del 98 reconocieron, como Machado, Valle Inclán,
Juan Ramón Jiménez y
otros, la influencia y el magisterio dariano. El propio Salinas advierte' "Mi tesis no es que
España rechazara el
modernismo de buenas
a primeras. El
modernismo fue aceptado y cultivado durante varios años, y entonces
es cuando nace la confusión". Y agrega "Mucho gana la
literatura y en especial la poesía Si bien no ha habido
ningún gran poeta modernista
en España, en casi todos los poetas españoles de hoy se siente el provecho de aquella gran conmoción
de conceptos y de técnica poética".
Distinta es la opinión de
Gonzalo Torrentes Ballester para quien "el revelador afectivo del
modernismo, su traductor al castellano, es Rubén Darío, heraldo, al mismo tiempo, de una profunda revolución literaria operada en
Sudamérica Sin él la evolución estética de la generación
(del 98) se hubiera
retrasado, y quizá, recluida en sí misma, hubiera finalmente adolecido del casticismo, tan
lejano a sus
iniciales proyectos". Y Juan Chabás
sostiene que la influencia de Darío en España
"fue tan vasta y decisiva, que no pueda
abordarse el estudio
histórico de nuestra poesía novecentista sin considerar especialmente el lugar que
Darío ocupa en ella' Los valores estéticos del modernismo no sólo influyeron en el verso. La prosa novecentista se benefició de
esa renovación estilística, alcanzando dignidad literaria mayor, o volviendo a un sentido poemático que no había tenido
desde las leyendas becquerianas'(13) Claro está que el Modernismo
tuvo su momento y luego dio
lugar a otras corrientes literarias
Pero fueron modernistas Antonio
Machado, Valle Inclán
y Juan Ramón Jiménez, entre otras figuras señeras de la Generación, aunque ruego hayan evolucionado hacia sus
propias formas.
En conclusión,
creemos que el Modernismo influyó decisivamente, gracias
en particular a Darío, en los hombres
del 98 Cuando
el movimiento se amaneró, vicio que el
propio Rubén denunció. Los
escritores del 98 buscaron nuevas formas "de hondura y significación
espirituales", pero sin renunciar
a los mejores
aciertos del movimiento.
Modernismo y
Generación del 98
no fueron, entonces, fenómenos opuestos o tendencias antagónicas, a como nos lo
presenta OCaz-Plaia en su ensayo “Modemismo
frente a 98", sino dos manifestaciones literarias que compartieron un afán común de renovación y cambio.
Cerramos esta sección con la
siguiente cita de Azorín sobre Rubén Darío: "La obra de Rubén está ya realizada, a él se debe una de las más
grandes y fecundas
transformaciones operadas en toda nuestra historia literaria ¿A dónde, en lo pretérito, tendríamos que volver la vista
para encontrar un tan hondo y
trascendental movimiento poético
realizado a influjo de un
solo artista?
~ Rubén Darlo
le quieren y veneran la nueva generación de
poetas le
queremos cuantos, amando
la tradición clásica,
gustamos de las sensaciones modernas Rubén ha tenido que luchar mucho contra
un falso clasicismo, contra la frivolidad
dañina, contra la hostilidad de la
rutina y de la incomprensión'.
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