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lunes, 11 de enero de 2016

5to-II "ESPAÑA CONTEMPORÁNEA" DE RUBÉN DARíO



"ESPAÑA CONTEMPORÁNEA" DE RUBÉN DARíO

El 98 español, como afirmamos al principio tiene en Rubén Darío su más agudo observador. Con sus brillantes crónicas aLa Nación"  de Buenos Aires, Rubén dio contenido a uno de sus mejores libros en prosa: España Contemporánea, cuya primera edición apareció en París (Editorial Garnier Hnos París), en enero de 1901, con la siguiente dedicatoria: A Emilio Mitre y Vedla, Director de "La Nación" de Buenos Aires  Amistad y gratitud R.O."

Cuando releemos, cien años después. las crónicas de Rubén. no podemos menos que admirar su genial capacidad para analizar tantos como variados aspectos de la vida española de fin de siglo   Casi no hubo actividad de alguna significación polítlca, social, educativa. literaria. artístlca, etc.  que Rubén no describiera en sus crónicas, emitiendo juicios, casí siempre muy acertados. Y también podemos constatar el profesionalismo,  la seriedad periodfstica de Rubén, fiel a lo que habfa dicho en una de sus primeras crónicas' " .No he de engañar a los españoles de América y a todos los que me lean. n

Si hay un 1ibroque mejor desmienta el mito de un Rubén bohemio e irresponsable  con sus compromisos  literarios, es este sobre la España de 1898. En las crónicas se advierte el escrupuloso cuidado de Rubén por documentarse, lo mejor posible, sobre cada aspecto que aborda, que son muy diversos  y van desde sus impresiones  sobre la situación política, la vida intelectual, la joven literatura y el teatro, hasta los certámenes y las exposiciones de pintura, las revistas,
la caricatura,  el cartel,  los editores y libreros,  las fiestas
campesinas.  etc., etc ...


Nuestro  malogrado  ensayista  y crítico  literario,  José Emilio BaUadares Cuadra, se pregunta en su obra"  Darío: vocación y clrcun.;tancia",  ¿cómo aparece la España del 98 a los ojos de Darío?  Y se contesta:  "EI espectáculo que se le ofrece  es de un trágico  contraste:  por  un lado,  la brillante farsa oficial   En el mundo de las letras la representa con  desenfado  Don José  de Echegaray,  declamatoria  y altisonante,  al par que un temperamento  poco apropiado para  farsas'  el modesto y laborioso maestro Menéndez y Pelayo. Por otro lado, hay una realidad opaca perentoriando dramáticamente  autenticidad.  En nombre de esta realidad y contra la farsa brillante se alzan las voces de Unamuno, Baraja,    Azortn  y  Machado.    Estos   son  los  eximios representantes  de la nueva generación.


Enseguida, Balladares Cuadra hace una interesante precisión   Según él, el momento simbólico en que Rubén se incorpora  a la generación   del  98 es cuando,  recién negado, estampa su firma en una protesta de los escritores jóvenes  contra la celebración  de un homenaje nacional a Echegaray.

Se ha dicho, y con razón, que el poeta en Rubén Darlo no  puede   ni  debe   oscurecer    al  prosista.      España Contemporánea   es  un libro  que  merece  ser  releído   y también reeditado   Afortunadamente,  la Academia Nicaragüense de la Lengua decidió, recientemente, incorporar en su programa editorial de 1998, la pubUcaci6n de la edición crítica de España  Contemporánea    preparada  por el estudioso dariano Noel Rivas

Dice Jaime Torres Bodet, con mucho acierto, que "para seguir  a Darfo  en sus experiencias,  trabajos  y estudios durante los años de 1899 y 1900, más que teer las sfntesis realizadas por sus biógrafos, conviene reteer su libro España Contemporánea 'Todo  lo  importante   de  su actividad intelectual  figura en las páginas  de esa obra, en la cual describe lo mismo la impresión  de su segunda  llegada  a Madrid que la primera representación de Cyrano en la casa de Lope, la coronación  de Campoamor, los valores de la joven  literatura, la tradición de la España negra, el festival en honor de Velázquez, la aparición de un nuevo libro de Pérez  Galdós,  la sensibilidad   de la mujer  española,  la personalidad  del Rey Alfonso XIII, el homenaje  rendido a Menéndez y Pelayo y la situación  de la crftica literaria en España, género en el que principiaban  a desarrollar, junto a Valera, Menéndez y Pelayo y Leopoldo Alas, escritores como Jacinto Octavio Picón, González Serrano, Ramiro de Maeztu y -cunoso y aislado'- Martfnez Ruiz, tan conocido y admirado después con el seudónimo  de Azorín "Dado es dueño de una prosa clara, elegante y ágil   No faltan en ella ni las estampas pintoresas, ni las frases ingeniosas, ni las observaciones sutiles, ni los juicios literarios certeros- y hasta duros en ocasiones"


Paradójicamente,  es en una crónica sobre el Carnaval, que Rubén, al captar la vitalidad del espfritu español, celebra su alegrra  y  apunta:  "Esta alegrfa  es un buen sfntoma Enfermo  que baila no muere". Anhela que las manifesta­ ciones   jubilosas    que  ha  presenciado     auguren    "un movimiento  digno de la patria antigua"      "Hay que quitar de sus  hornacinas   -afirma  Darío-  ciertos  viejos  dolos perjudiciales;  hay que abrir todas las ventanas para que los vientos del mundo barran polvos y telarañas  ." y concluye "Hay que  ir por  el trabajo  y la iniciación  en las  artes  y empresas de la vida moderna  'hacia otra España', como dice un vasco brevistmo y fuerte, el señor Maeztu   Donde se encuentran diamantes intelectuales como los de Ganivet “el pobre  suicida”,  Unamuno, Rusiñol y otros pocos,  es señal de que, ahondando mucho, el yacimiento dará de sí"

'Todo el programa de la generación española del 98 se le encuentra sintetizado en estas líneas sencillas, limpias y vellemee", comenta Torres Bodet

Qué mejor. para terminar este trabajo, que reproducir un párrafo del ensayo "Hay que ser buenos y justo, Rubén': con el cual don Miguel de Unamuno quiso saldar su injusticia y su deuda con Darío, ya muerto éste· "Nadie como él nos tocó  en  ciertas   fibras;   nadie  como  él sutilizó   nuestra comprensión  poética   Su canto fue como el de la alondra; nos obligó a mirar a un cielo más ancho, por encima de las tapias del jardín patrio  en que cantaban,  en la enramada, los  ruiseñores   indígenas.    Su  canto  nos  fue  un nuevo horizonte, pero no un horizonte para la vida, sino para  el oído Fue como si oyésemos voces misteriosas que venían de más allá de donde a nuestros ojos se juntan el cielo con la tierra; de lo perdido tras la última lontananza.




Managua. enero de 1998

"Cuando   Darlo  se presenta   en  España,   la gente pensante  vive  momentos   de desilusión   por la derrota reciente   y descontento  con el estado  del pafs.  Los nuevos intelectuales comienzan a buscar las causas del decaimiento de España; sienten una urgente necesidád de profundos cambios.  En este ambiente, que hierve de emociones fuertes que todavía no se cristalizan, la llegada del más célebre de los escritores de la América española tiene una importancia especial.  Cuando los españoles están anhelando la renovación de todo, llega Darlo con su moderno estilo fresco, vital, desbordante de bellezas antes insospechadas en la vieja lengua de Castilla
Charles D. Watland


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