Alberto Rodríguez Carucci (1997) dice
que la poesía de Andrés Eloy Blanco se orienta hacia la contemplación y
representación del medio natural transformándolo, por una parte, en
paraíso, mientras que por otra apela al habla como medio expresivo,
despojándola de artificios y convencionalismos formales, en función de
lograr una mayor eficacia comunicativa en contacto con el público
popular.
Nos podemos preguntar qué
hace que su poesía nos estremezca las fibras más profundas de nuestro
ser. Parafraseando a Miguel Otero Silva (1960) diríamos que la cualidad
esencial de su obra poética, por lo que logra ser perdurable, es la
sencillez de su palabra. Sabe llegar al pueblo, a los intelectuales,
emociona a los jóvenes, niños y ancianos, satisface a los críticos más
rigurosos, pues su poesía se puede ceñir al rigor del verso castellano y
se confunde con el palabreo diáfano y sencillo de la gente del pueblo.
Más adelante dice Otero
Silva, que la poesía de Andrés Eloy Blanco fue siempre leal a su
condición humana y a sus principios de justicia, de la misma manera que
su condición humana fue siempre leal a su sembradora misión de poeta.
Siempre estuvo al lado de su pueblo y con él compartió alegrías y
tristezas. Luchó contra la dictadura y sufrió las amarguras de su
pueblo. Estuvo preso en la Rotunda y en el Castillo de Puerto Cabello y
allí también escribió poesía. De esa época el poema titulado
Penitenciaría. (p.205 de Poesía 1) Mostremos un fragmento:
¿Cuántas veces, cuando amamos, sea cual sea nuestra condición social, no decimos al oído del ser amado las Coplas del amor viajero. (p.147 de Poesía 1)En el anfiteatro de la cárcelquinientos penados-quinientos sembradores de puñal-No hay ladrones;el robo fue hace añosel único delito de esta tierra;hoy viene al penalbravos reclutas del amor,brazos entorchados de nerviosque en un segundo de neblinafueron disparadospor el arco tenso de la pasión,fielesal remanente de la tierraque les saltó a la mano eruptivacon florescencia de fuego central,flechas clavadasen una ardiente flor de naturaleza,hermosos delincuentescon su hora de tigre en el alma frondosa...
Ya pasaste por mi casa
a flor de ti la sonrisa...
Fuiste un ensueño de gasa;
una gasa en la brisa...
Te vi flotar en la bruma
que tu blancura aureola
como un boceto de espuma
sobre un pedestal de ola.
Yo, que he buscado el lucero
que a Belén lleve el camino
preso por lazos de acero
al potro mi destino, (...)
y tan cerca llegué a verte
que te rozaba mi dedo...Tuve miedo de quererte...y ya es querer, tener miedo.
Ansiosos se han emboscado
en mis ojos, mis antojos,
y tú también me has besado
veinte veces con los ojos.Y tu mano pasionaria,aquella noche luchó en vanoporque mi mano corsariafue gavilán de tu mano. (...)
No sé si me olvidarásni si es amor este miedo;yo sólo sé que te vas,yo sólo sé que me quedo.Tal vez mañana, un mañanaremoto, traiga a tu lado,con el sol, por tu ventanaun rayo azul del pasado., (...)
No sé si me olvidarásni si es amor este miedo;yo sólo sé que te vas,yo sólo sé que me quedo.Y que si te quise ayer,hoy te siento más tiranay si así crece el querer¡cómo te querré mañana!
¡Cómo
nos impacta y nos toca las fibras más sensibles del alma cuando leemos o
escuchamos El Limonero del Señor. (p.123 de Poesía 1)
En la esquina de Miracielosagoniza la tradición.¿Qué mano avara cortaríael Limonero del Señor?Miracielos: casuchas nuevascon descrédito del color;antaño hubiera allí una tapiay una arboleda y un portón. .......En el corral está sembradojunto al muro, junto al portóny por encima de la tapia
¿Quién no se acuerda, el último día del año, de Las Uvas del Tiempo? (p.129 de Poesía 1) y con lágrimas en los ojos escuchamos a medianoche, cuando esperamos el cañonazo, la voz de Andrés Eloy Blanco que nos dice:hacia la calle descolgóun gajo verde y amarilloel limonero del Señor .....
Y llegó el año de la peste;moría el pueblo bajo el sol;con su cortejo de enlutadospasaba al trote algún Doctory en un hartazgo dilatabasu puerta “Los Hijos de Dios” ..............
Un aguacero de plegariasasordó la Puerta Mayory el Nazareno de San Pablosalió otra vez en procesión.En el azul del empedradoregaba flores el fervor;banderolas en las paredes,candilejas en el balcón,el canelón y el miriñaque,el garrasí y el quitasol;un predominio de morado,de incienso y de genuflexión.
--¡Oh, Señor Dios de los Ejércitos,la peste aléjanos, señor!......Sobre la frente del Mesíashubo un rebote de verdory entre los rizos tembló el oroamarillo de la sazón.De lo profundo del cortejopartió la flecha de una voz:--¡Milagro! Es bálsamo, cristianos,el limonero del Señor!.......
Madre: esta noche se nos muere un año,
en esta ciudad grande, todos están de fiesta,
zambombadas, serenatas, gritos ¡ah! ¡cómo gritan!claro, como que todos tienen su madre cerca...Aquí es de tradición que en esta noche,cuando el reloj anuncia que el Año Nuevo llega,todos los hombres coman, al compás de las horaslas doce uvas de la Noche Vieja.Pero aquí no se abrazan ni gritan: “Feliz Año”como en los pueblos de mi tierra;en este gozo hay menos caridad; la alegríade cada cual va sola y la tristezadel que está al margen del tumulto acusalo inevitable de la casa ajena.......¡Oh nuestras plazas donde van las gentessin conocerse, con la buena nueva!,
las manos que se buscan con la efusión unánime
de ser hormiga de la misma cueva;
y al hombre que está solo, bajo un árbolle dicen cosas de honda fortaleza:-¡Venir, compadre, que las horas pasan,pero aprendamos a pasar con ellas!-Y el cañonazo de la Planiciey el Himno Nacional desde la iglesia,y el amigo que viene a saludarnos;-Feliz Año, Señores- y los criados que llegana recibir en nuestros brazosel amor de la casa buena.Y el beso familiar a media noche:-La bendición, mi madre-Que el Señor te proteja...
Muchos críticos
han ubicado a Andrés Eloy Blanco en la Generación del 18, y más
precisamente dentro de un modernismo tardío, casi decadente. Sin
embargo, el poeta, sin escapar a las influencias del modernismo, posee
un tono muy personal, que tuvo su fuente en el ser esencial del pueblo.
Fernando Paz Castillo (1980) afirma que Andrés Eloy Blanco recoge de los
maestros americanos las normas y elementos estéticos modernistas, pero
les añade las inquietudes de los escritores españoles en auge, quienes, a
partir del 98 predicaban una filosofía esperanzada, inquieta por el
presente, pero confiada en los valores eternos de la raza. Luis Pastori
lo ubica entre los vanguardistas ultraístas. Nosotros podemos decir que
Andrés Eloy Blanco, al igual que Juan Antonio Pérez Bonalde es un poeta
de transición, sobre todo si nos referimos a su poesía de la primera
época. Pedro Beroes(1980) afirma que “Andrés Eloy Blanco vierte su
poderoso sentimiento romántico en las formas métricas del modernismo,
dentro de las cuales alcanza su expresión poética inicial la libertad,
gracia y ligereza que antes no había conocido la poesía venezolana,
apegada secularmente a la más inflexible, pesada y agobiadora rutina
retórica.” En esta poesía, su verso se muestra pleno de formas y
sonoridades nuevas, de acentos y matices diferentes, hay una expresión
metafórica sencilla, sin rebuscamientos, cada fibra de los sentimientos
se enaltece con la imagen poética. Aunado a esto tenemos la
compenetración con el espíritu de su pueblo, esto permite la naturalidad
del lenguaje poético y la finura del verso, dando así gran categoría
lírica.
Una muestra de ello lo
tenemos en el poema Coquivacoa (p. 69 de Poesía 1) el cual conserva a
través de sus versos una rima y un ritmo, la musicalidad en sus versos y
la imagen metafórica, nos dan presencia modernista .
Salimos por la tarde y entramos por la auroraen estas aguas buenas para desembarcar.Primero fue una raya desvanecida a prora;después fue un salto brusco donde termina el mar.
Y fue el zaguán del Saco, roto de marejadas
y el mar que, en un esfuerzo, no se quiere abolir,y luego fue el desmayo de las aguas cansadasque después de la lucha se echaron a dormir.....Y después fue la gloria del agua taciturnadel Lago, que es el resto de una contemplación;por aquí pasa el barco, serio, como una urnay el Silencio piloto va rigiendo el timón.
Por ser un
intérprete claro y preciso de los sentimientos del pueblo venezolano,
Andrés Eloy trató de buscar su identificación total a través de símbolos
precisos, entre ello tenemos el de Juanbimba, personaje que encierra al
hombre del campo. También lo hizo por medio de sus Palabreos, son ellos
un intento de establecer un diálogo poético con el pueblo. En un
lenguaje llano, cargado de esencias populares, trató de revivir los
acontecimientos históricos de esa gente que recorre la geografía
nacional anónimamente. Tenemos entre ellos Palabreo de la alegría
perdida o el famoso Palabreo de la loca Luz Caraballo, Palabreo del
recluta, entre otros.
Un fragmento del Palabreo de la alegría perdida (p.189 de Poesía 2)
Más que me carguen de jierro,más que me roben la hija,
más que solo y sin cobija,
me echen aquí como a un perro,más que me den por encierroun castillo en una playa,mi corazón no desmayasi le dejan su alegría,que no hay mejor compañía,compadre Venancio Laya.Me quitaron mi derecho,compadre, lo que más quiero,mi alazán refistolero,mi palma de llano y techo;pero con guitarra y pechoel recuerdo se distrae,cuando la pena decaey la guitarra la enlaza;eso, si usté tiene raza,dígale a Juan Pablo Páez
De los poetas
venezolanos Andrés Eloy Blanco es el más conocido, recitado y cantado.
Su poema más difundido universalmente, el que nos ha hecho estremecer
por su calidad humana, por su cercanía al pueblo es Píntame Angelitos
negros. (p.239 de Poesía 2) Poema que ha sido recitado por infinidad de
declamadores populares, sus versos han palpitado en las voces de
cantores nacionales e internacionales.
¡Ah mundo! La negra Juana¡la mano que le pasó!Se le murió su negritoSí Señor.Ay compadrito del alma¡tan sano que estaba el negro!Yo no le acataba el pliegueyo no le miraba el hueso,como yo me enflaquecíalo medía con mi cuerpo,se me iba poniendo flacocomo yo me iba poniendo.Se me murió mi negrito¡Dios lo tendría dispuesto!Ya lo tendrá colocaocomo angelito del cielo.-Desengáñese comadre,que no hay angelitos negros
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,que cuando pintas tus santosno te acuerdas de tu pueblo,que cuando pintas tus Vírgenespintas angelitos bellos,pero nunca te acordastede pintar un ángel negro.....No hay una iglesia de rumbo,no hay una iglesia de pueblo,donde hayan dejado entraral cuadro angelitos negros.Y entonces, ¿a dónde van,angelitos de mi pueblo,zamuritos de Guaribe,torditos de Barlovento?
De igual modo,
la diversidad de temas los maneja con sobriedad y gran estilo. Cantos de
libertad como El río de las siete estrellas (p.95 de Poesías 1)
Dios submarino, Dios lacustre, Dios fluvial,
uno en el tritón y en la garzay en la dulce corbeta y el áspero crucero,Dios del agua, Señor de la Casa de Cristal,
Dios Marinero.
Expresión de agua de tus mil expresiones,río tendido a Volturno a Cristo,vuelo de Ibis que cruza,
del mascarón de Argos
al mastelero de la Santa María.
O el "Canto a España" (p. 41 de Poesías 1)
Amorosos, nostálgicos y encendidos con la luz de la brillantez, sus poemas de Giraluna. Entre ellos La Hilandera (p.47 de Poesías 3)Yo me hundí hasta los hombros en el mar de Occidente,yo me hundí hasta los hombros en el mar de Colón,frente al Sol las pupilas, contra el viento la frentey en la arena sin mancha sepultado el talón.Trajo hasta mí la brisa su cascabel de plata,me acribilló los nervios la descarga solar,mis pulmones cobraron un aliento pirata,y corrió por mis venas toda el agua del mar.Alcé los brazos húmedos a la celeste flama,y cuando cayó en ellos el tropical fulgorcada brazo creció, como una rama,cada mano se abrió como una flor.
Dijo el hombre a la Hilandera
a la puerta de su casa:
-Hilandera, estoy cansado,dejé la piel en las zarzas.Tengo sangradas las manos,tengo sangradas las plantas,en cada piedra calientedejé un retazo del alma,tengo hambre, tengo fiebre,tengo sed... la vida es mala...Y contestó la Hilandera:--PasaDijo el hombre a la Hilanderaen el patio de su casa:--Hilandera estoy cansado,tengo sed, la vida es mala;ya no me queda una sendadonde no encuentre una zarza.Hila una venda tan largaque no te quede más lino;ponme la venda en la cara,
los campos verdes de agua;
hay un iris en las cosas,que me las llena de gracia.La vida es buena, Hilandera,La vida no tiene zarzas;¡quítame la larga venda ..que me pusiste en la cara,cúbreme tanto los ojosque yo no pueda ver nada,
que no se vea en la noche
ni un rayo de vida mala.Y contestó la Hilandera:--Aguarda....Y un día vio la Hilanderaque el hombre ciego lloraba;ya estaba la espesa vendaatravesada de lágrimas,una gota cristalinade cada ojo manaba.
Y el hombre dijo:
--Hilandera,te estoy mirando a la cara!¡Qué bien se ve todo el mundo
por el cristal de las lágrimas!
Los caminos están frescos,
los campos verdes de agua;
hay un iris en las cosas;que me las llena de gracia.La vida es buena, Hilandera,
la vida no tiene zarzas;¡quítame la larga vendaque me pusiste en la cara!--Y ella le quitó la vendaY la Hilandera llorabay se estuvieron mirandopor el cristal de las lágrimasy el amor entre los ojos,hilaba…
Dolorosos, pero crecidos por la belleza del lenguaje los de Baedeker 2000, entre ellos Autorretrato (P.179 de Poesía i)
Nací en una revueltaviví una Revolucióny me voy por la puerta de un idilioa.Estoy de pie en los camposque mi calor maduró al fin para los hombres.Ante mis ojos
Y aquellos que muestran el dolor del combatiente como Canto de los hijos en marcha.(p.67 de Poesías,2)las llanuras que sabían a sangreestán tendidas, puestas a secar.....Ayer fueron los lobos a comer a mi puertay el lobo es el hombre del lobo.....Soy magro. La calaveraasoma a flor de piel;dos hilachas de nieve atraviesan la calva;tengo el amarillento de las hojas de octubrey mucho escrito en el pergamino de las manos.Pero siento elásticos los tendonesy tengo una legua de mirada.Aquí estoy en los campos.Bebí el último trago románticoy el primer sorbo ultraísta.
Madre, si me matan
que no venga el hombre de las sillas negras;que no vengan todos a pasar la nocherumiando pesares, mientras tú me lloras;que no esté la sala con los cuatro ciriosy yo en la urna, mirando hacia arriba;que no estén las mesas llenas de remediosque no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,....Lléname la casa de hombres y mujeresque cuenten el último amor de su vida;que ardan en la sala flores impetuosas,que en dos grandes copas quemen melaleuca,que toquen violines el sueño de Schumann;....
Madre, si me matan,ábreme la herida, ciérrame los ojosy tráeme un pobre hombre de algún pobre puebloy esa pobre mano por la que me matanpónmela en la herida por la que me muero....Si vienen mujeres, diles sin solozos:--¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!Ábreme la herida, ciérrame los ojos...Y una palabra: JUSTICIAescriban sobre la tumba.
Lo clásico, lo
modernista y lo vanguardista se engloban en su poesía, para enaltecer su
mensaje de amor y sabiduría. Su poesía es una poesía que se acerca al
País, para mostrar valores de honestidad, estéticos y educativos. A
través de ella, como buen maestro, aunque nunca estuvo en un aula
impartiendo conocimientos, Andrés Eloy Blanco combina los más hermosos
deseos de entrega y solidaridad con Venezuela.
Este hombre no sólo se dio
al pueblo en sus estrofas en forma abstracta, o simplemente como
espectador de sus aspiraciones. Interpretó a cabalidad sus deseos, a tal
punto, que hubo de sufrir en carne propia el dolor de la tierra. Su
concepto del deber, como conductor de masas, lo llevó a unir su carrera
literaria con su inquietud por el pueblo venezolano. Desde 1928,
comienza su lucha política, se declara enemigo de la dictadura
gomecista, por eso cae preso en varias de las cárceles del país. Escribe
diversidad de poemas dedicados a sus compañeros encarcelados y hace
constantes denuncias al sistema gubernamental. En el poema Cumpleaños
del ahijado Manolo (p.63 de Poesía, 2) se puede resumir todo lo
anteriormente dicho.
Ahijado: ya tienes tres años de vidaya eres un viejo en horas,un anciano en minutos,casi un muerto en segundos.Y ya has tenido un reumatismo,que ya quisieran muchospara sentirse hombres. ....Aquí estoy en la Cárcel,somos varios.Aquí estamos, más mal que bien,pero es mucho decir: mal que bien, aquí “estamos”.Apunta esto: estamos aquípara evitarte trabajo,para que tú, mañana, no tengas que venir.¡Qué feliz serás!¡Qué feliz serás, ahijado!Con tus caramelos de libertad,¡tan ricos! --según dicen, porque yonunca los he chupado----Sé bueno y vigorosoy honrado.
No sé hablarte de otro modo:no le quites a nadie su carameloy no le tengas miedo al Coco....Crece pensando en Venezuela(Venezuela es el espejoen que tu madre se ve cuando se peina.Si eres malo con Venezuela, es lo mismoque si al espejo de tu madre lo quebraras con una piedra.Siendo malo con Venezuela,es posible que tengas mucha plata en el Banco,pero, por lo demás, serás un sinvergüenza,o como tú dices: un ajo.Si eres bueno con Venezuela,serás feliz y cuando te miresal espejo en que tu madre se peina,te encontrarás tan guapo,que le estarás agradecido al cristal del espejohasta el cristal de tu llanto.Aprende a decir nobles palabras,pero tus buenos ajos no los dejes del todo:Echa músculos, quiere a tu madre,que nunca esté el espejo ni roto ni empañado,y con respecto al Coco, óyelo bien: el Cocole tiene miedo a los muchachos.
Cuando muere Gómez, vive una temporada dedicado a sus quehaceres
políticos. Como dice Luis Pastori, en un artículo escrito de El
Nacional, el 21 de mayo de 1959, “Iba y venía del pueblo, como un mar
que estalla entre el horizonte y los acantilados. Darle la mano de
pronto era como saludar a la multitud, como reconocerse entre un tropel
que anda en busca de una misma conquista. Escucharle, era oírle decir
las palabras que hace mucho tiempo uno deseaba encontrar. Y llegaba y se
iba de pronto de sí mismo, como si una secreta desazón le impulsase
hacia afuera el deseo de compartirse siempre.” A su vez Miguel Otero
Silva (1960) dice que durante los gobiernos de Eleazar López Contreras y
Medina Angarita, además de su trabajo como político, Andrés Eloy Blanco
llevó a cabo una intensa labor intelectual. “Corrigió y publicó los
libros que había escrito en la cárcel; estrenó tres obras teatrales;
concluyó una magnífica biografía del doctor Vargas a quien llamó el
albacea de la angustia”; pronunció extraordinarios discursos en el
Parlamento, en circos y plazas públicas; colaboró acuciosamente en
diversos periódicos del país”.
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