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miércoles, 13 de enero de 2016

3ro-II Mitos y Leyendas venezolanas (2)

Bola de Fuego Es una de las creencias más populares del llano y podría decirse que no existe un llanero que no haya escuchado hablar de ella. Algunos habitantes y caminantes que se han tropezado con la bola de fuego tantas veces que ya no le tienen miedo. La bola de fuego es una luz que se desplaza a lo largo de la sabana, dando vueltas como si fuera una rueda. Cuando se ve cerca, fácilmente pueden distinguirse los ojos, la boca y otras partes del cuerpo como si fuera un esqueleto humano. Dicen que cuando aparece es necesario decirle groserías para que se aleje, de lo contrato se viene encima y quema. Diversas versiones se tejen sobre el origen de la bola de fuego. Unos dicen que se trata de un obispo que por haber pecado anda en pena, otros que fueron dos madres que se pelearon y se lanzaron maldiciones, o el espíritu de una mujer que fue mala hija, o simplemente se trata de espíritus errantes que deambulan en el llano. Copy the BEST Traders and Make Money : http://bit.ly/fxzulu

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Bola de Fuego Es una de las creencias más populares del llano y podría decirse que no existe un llanero que no haya escuchado hablar de ella. Algunos habitantes y caminantes que se han tropezado con la bola de fuego tantas veces que ya no le tienen miedo. La bola de fuego es una luz que se desplaza a lo largo de la sabana, dando vueltas como si fuera una rueda. Cuando se ve cerca, fácilmente pueden distinguirse los ojos, la boca y otras partes del cuerpo como si fuera un esqueleto humano. Dicen que cuando aparece es necesario decirle groserías para que se aleje, de lo contrato se viene encima y quema. Diversas versiones se tejen sobre el origen de la bola de fuego. Unos dicen que se trata de un obispo que por haber pecado anda en pena, otros que fueron dos madres que se pelearon y se lanzaron maldiciones, o el espíritu de una mujer que fue mala hija, o simplemente se trata de espíritus errantes que deambulan en el llano. Copy the BEST Traders and Make Money : http://bit.ly/fxzulu

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Mito y leyenda. El es un relato de hechos maravillosos protagonizado por personajes sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). En cambio, la leyenda, es una narración tradicional o colección de narraciones relacionadas entre sí de hechos imaginarios pero que se consideran reales.

Leyenda
En definición de la Real Academia de la Lengua, leyenda es una “relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”.
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Leyenda de sirenas que encantan a los marinos.
La leyenda es un relato hablado que se conserva en la tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene antecedentes históricos. Por lo mismo, sus personajes son identificables, aunque nunca iguales al personaje o hecho en el cual se basan. Posteriormente, la leyenda pasa a la escritura, con lo cual se fija, perdiendo una de sus características: la capacidad de transformarse.
La leyenda es una narración ficticia, pero basada en la realidad, ligada a temas de héroes, de la historia patria, de seres mitológicos, de almas, de santos o sobre los orígenes de hechos varios.
La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada sabiduría de un pueblo.
Expresa los deseos, los anhelos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia historia y de sus relaciones con la naturaleza.
Cuando se hacen estudios históricos, etnográficos, sicológicos, sociológicos y geográficos es necesario recurrir también a la leyenda para ver cómo la colectividad percibe su forma de ser y su medio.


Mito

Definir qué es un mito (del griego, muthos) no es, desde luego, tarea fácil. Una definición entregada por la Real Academia de la Lengua, señala que el mito es una “narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.” Y agrega que es una “Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal”.
A partir de esta definición, podemos agregar que los mitos son relatos que cuentan cómo se crearon los cielos, de dónde provienen los vientos o cómo nacen los propios dioses; los mitos nos transportan a un tiempo sagrado distinto al nuestro, más abierto a los hombres como su propio horizonte.


 
Bola de Fuego

Es una de las creencias más populares del llano y podría decirse que no existe un llanero que no haya escuchado hablar de ella. Algunos habitantes y caminantes que se han tropezado con la bola de fuego tantas veces que ya no le tienen miedo. La bola de fuego es una luz que se desplaza a lo largo de la sabana, dando vueltas como si fuera una rueda. Cuando se ve cerca, fácilmente pueden distinguirse los ojos, la boca y otras partes del cuerpo como si fuera un esqueleto humano. Dicen que cuando aparece es necesario decirle groserías para que se aleje, de lo contrato se viene encima y quema. Diversas versiones se tejen sobre el origen de la bola de fuego. Unos dicen que se trata de un obispo que por haber pecado anda en pena, otros que fueron dos madres que se pelearon y se lanzaron maldiciones, o el espíritu de una mujer que fue mala hija, o simplemente se trata de espíritus errantes que deambulan en el llano.
  
La Sayona

Esta es la leyenda que cuenta la aparición de una mujer elegante y alta que castiga a los hombres infieles. Es originaria de la región venezolana de los llanos.

Cada vez que aparece aquella mujer, con batola (saya) blanca y largos cabellos negros, las luces fallan. En medio de las sombras se muestra como una hermosa dama que cautiva a los hombres para luego mostrarles sus filosos dientes.

En vida, esta mujer tuvo un ataque de celos y mató a su esposo. Ahora, seduce a los hombres infieles con su aparente belleza para luego asesinarlos. Si se compadece de ellos, puede que sólo les dé el susto de sus vidas.



El Silbón

El Silbón es un personaje legendario de Venezuela y Colombia, especialmente de Los Llanos; descrito como un alma en pena. La leyenda del Silbón habría surgido a mediados del siglo XIX.

En las tierras de Guanarito se oyen los aterradores silbidos que espantan hasta al más recio. Cuando se escucha cerca, está lejos, y viceversa. El silbón es la aparición más temida del llano venezolano, un hombre alto y flaco de unos seis metros que fue condenado por su propia madre, luego de haber asesinado a su padre y comido sus vísceras.

Este hombre sobrenatural carga en su espalda un saco de huesos, y advierte su llegada con el sonido del choque de la osamenta en el costal. Si nadie puede escucharlo, cobrará una víctima al día siguiente.



La loca Luz Caraballo

La loca Luz Caraballo es un personaje de la cultura popular venezolana de la región de los andes, especialmente del Estado Mérida e inmortalizada en la literatura por el escritor y poeta Andrés Eloy Blanco.

Muchos habrán oído la historia de la loca Luz Caraballo en voces de niños andinos, la proeza está en entender lo que sus veloces lenguas pronuncian. Cuentan de una mujer enloquecida por perder a sus cinco hijos. Se dice que dos de ellos partieron a la guerra junto a Simón Bolívar, los que, según la leyenda, “se fueron detrás de un hombre a caballo”

Desde entonces, esta mujer enloquecida permanece penando por todo el páramo, de Chachopo a Apartaderos, buscando a los hijos que perdió.



El doctor Kanoche

Su verdadero nombre era Gottfried Knoche y se le adjudica la creación de un líquido con el que momificaba cadáveres, inyectándolo en la vena yugular. Fue un médico alemán que vivió entre momias, en una hacienda en las laderas del Ávila, custodiada por cadáveres de la Guerra Federal. Al lado de la que fuera su casa, se encuentra un mausoleo donde descansaron los cuerpos embalsamados de Knoche, su esposa, sus hijas y sus asistentes.

Los vecinos de Galipán aseguran que aún se escuchan los pasos del galeno alemán, y que continúa entre ellos la presencia de las momias que custodiaban su hacienda. De ellas, la más famosa fue “el muerto que se negaba a morir”. Se dice que uno de los cadáveres que Knoche subió a lomo de caballo se zafó de las ataduras y rodó montaña abajo, desapareciendo por completo.



La Llorona

Esta leyenda se ha difundido por varios países de Hispanoamérica. Se trata de una mujer que pierde a sus hijos y, convertida en un alma en pena, los busca en vano, turbando con su llanto a los que la oyen. Aunque hay muchas versiones de la historia, los hechos principales son siempre los mismos.

El desgarrador llanto de esta aparición perturba las sabanas venezolanas. Está condenada a pasar todas las noches penando por sus hijos, a los que mató por error.

Esta mujer supo que su esposo la engañaba con su propia madre. En venganza, la encerró en la casa y le prendió fuego, sin darse cuenta de que sus hijos también estaban dentro. Desde entonces vaga persiguiendo hombres. Para quien la encuentra, ella se convierte en presagio de un destino terrible.

El Duende

Es un espíritu burlón que persigue a las mujeres, especialmente a las muchachas bonitas. Solo se deja ver de las mujeres a quienes persigue y se les presenta en forma de un niño que hace toda clase de muecas, le tira objetos pequeños y le propone amores. A las que acceden, les lleva frutas. Al duende hay que decirle toda clase de groserías y en esa forma se retirará definitivamente. También se va si se toca música de cuerda porque se dice que así se acuerda de la música celestial. 

Juan Machete

Considerada como una de las leyendas más conocidas del llano, cuenta la vida del hombre que quería ser el más poderoso de la región. Su nombre era Juan Francisco Ortiz, amo y señor de las tierras de la Macarena. Este Señor hizo un pacto con el diablo en el cual le entregó a su mujer e hijos a cambio de mucho dinero, ganado y tierras. El diablo le dijo a Juan que agarrara un sapo y una gallina a los cuales debía coser los ojos y enterrar vivos un Viernes santo a las doce de la noche en un lugar apartado, luego debía invocarlo con el alma y el corazón. Juan cumplió con lo encomendado. Pasaron varios días y sus negocios prosperaban. Una madrugada se levantó temprano y al ensillar su caballo divisó un toro negro imponente, con los cuatro cascos y los dos cachos blancos. En la tarde regresó de su trabajo y vio que el toro todavía se encontraba merodeando la casa. Pensó: “será de alguna vecina”. Al otro día lo despertó un alboroto causado por los animales y se imaginó que la causa era el toro negro. Entonces trató de sacarlo de su territorio, pero no le fue posible. Cansado y preocupado por el extraño incidente se acostó, pero a las doce de la noche fue despertado por un imponente bramido. Al llegar al potrero se dio cuenta que miles de reces pastaban de un lado a otro y así, su riqueza fue aumentando cada vez más. Durante muchos años fue el hombre más rico de la región, hasta que un día misteriosamente empezó a desaparecer el ganado y disminuir su fortuna hasta que quedó en la miseria. Se dice que Juan Machete, después de cumplir su pacto con el diablo, arrepentido, enterró la plata que le quedaba y desapareció en las entrañas de la selva. Cuenta la leyenda que en las tierras de la marranera deambula un hombre vomitando fuego e impidiendo que se desentierre el dinero de Juan Machete.
  

El Carretón

En cierta época en Europa se desató una peste tan espantosa que aniquiló casi la mitad de la población, peste conocida como el Cólera Morbus o peste del vomito negro. No dejó de invadir nuestros pueblos de América. En Europa era tal la desolación que no había tiempo de cargar los cadáveres para darles sepultura y menos cumplir los oficios religiosos, por lo que se abrían grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por esclavos en el cortejo más popular: la carreta. Según comentarios, algunas víctimas lograban sobrevivir al espanto de la petrificación intestinal y salían de las enormes fosas, caminando sin saber hacia dónde sin rumbo fijo, creando una atmósfera de espanto; así como aquellos que moribundos, solicitaban auxilio. El sonido de la carreta se fue grabando en la mente de todos los habitantes, el ruido de sus ruedas representaba la muerte, el carretero buscaba cadáveres y posteriormente a la peste, la gente seguía oyendo esas ruedas, ese ruido fatídico. Esto, naturalmente, fue creando la leyenda del carretón, del extraño vehículo, del extraño sonido buscando los próximos a morir. En nuestro país existen recuerdos terribles del Cólera Morbus, tan terribles que también quedó el recuerdo, la leyenda, el espanto de la carreta, que acentuaba su tránsito desde la antigua Plaza La Trinidad (hoy Panteón Nacional), finalizando en la Plaza La Candelaria. Gilman.


El Ánima Sola

Este es uno de los más espeluznante espantos del que se tenga noticias, tiene como finalidad el hacer daño por efecto psíquico u otros medios de manipulación de terceros, el Anima Sola se presenta en forma de mujer de largos cabellos y atractivo rostro y tiene la finalidad de cobrar las velas de las Animas Benditas, pues en estos pueblos la gente acostumbra a pedir favores a las Ánimas y estas casi siempre le conceden los favores a cambio de que se tengan prendidas cierta cantidad de velas durante un tiempo antes prometido, de no cumplirse con esta contra prestación de los devotos, hace su entrada el Anima Sola; para recordar la deuda de una manera tenebrosa. En Guatire, sector las Flores del Ingenio; se cuenta que una señora devota de las ánimas, en una ocasión olvidó prender la prometida vela a pago de favores de éstas, esa noche tocaron a su puerta y resultó ser una amiga de la cual tenía tiempo no veía, para su desdicha e ingenuidad la invitó a pasar, al momento y una vez dentro la visita se convirtió en un celaje que recorrió --cual inmensa sombra negra-- toda la sala, tomando a su víctima por los cabellos en repetidas ocasiones causándole grandes moretones, la señora aterrada se arrastró como pudo hasta el altar y prendió temblorosa un cabito de vela a la vez que pedía perdón por el olvidó, al momento la gran sombra abandonó la casa; dejando privada a la olvidadiza señora, quien desde entonces prende a diario gran cantidad de velas, aunque no haya nuca más pedido un favor ni dejado pasar a su casa visita alguna. El Hachador Perdido "Si por la noche se escucha cabalgar algún lamento en San Casimiro se pinta la sombra de tu recuerdo, si es que te encuentras penando en las montañas del tiempo, con gusto hachador perdido, yo te rezare tu Credo..." Así comienza el "corrió" del Hachador Perdido, canto popular que nos habla de un ser alto, calvo, con ojos "como dos brasas que queman el alma", de dientes filosos, pecho cubierto de lana y manos planchadas como las de una rana. Que lleva siempre si hacha en mano para arremeter contra todo aquel que va a las montañas a cazar, no por hambre, sino por ambición. Cuentan que en vida era un leñador que quería hacer su propia urna, pero un Viernes Santos salió al monte a realizar su tarea, cuando Dios lo castigo. Fulminándolo, en el instante en que levantaba el hacha para asestarle en un tronco, convertido en un ánima en pena, su espectro vaga por los campos y bosques donde eternamente ha de ejercer su cometido. Oyéndose el lúgubre retumbar de secos y Prolongados golpes de hacha.
 

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